jueves, 24 de mayo de 2018

En busca de los primeros monjes de la Ribeira Sacra y O Courel

Los promotores de un plan arqueológico sobre los cenobios del Bierzo proponen extenderlo al sur lucense

CARLOS RUEDA

FRANCISCO ALBO
MONFORTE / LA VOZ 24/05/2018 05:00 H

El 3 de junio, dentro de un seminario sobre el patrimonio cultural de la sierra de O Courel, se presentará la estación científica de Seoane un proyecto arqueológico que abre importantes posibilidades para la investigación del pasado de este territorio y de la Ribeira Sacra. Se trata de un plan de investigación de las fundaciones monásticas promovidas en el siglo VII en el Bierzo por el obispo y monje Fructuoso de Braga. Los promotores de este proyecto esperan que más adelante pueda extenderse a las provincias de Lugo y Ourense y que ayude a reconstruir los orígenes del monacato en estos territorios, así como a profundizar en la historia de actividades económicas tradicionales, como la viticultura y la minería del hierro.

La charla correrá a cargo del historiador Artemio Martínez -codirector del proyecto, junto con el arqueólogo Jorge López-, quien señala que los orígenes del monaquisimo en Galicia y el Bierzo están estrechamente relacionados. «Son territorios que tienen muchas cosas en común y todavía más en la alta Edad Media, porque estamos hablando de la antigua Gallaecia y de una época que no tenía nada que ver con actual división administrativa provincial, que data del siglo XIX», explica.

El proyecto en el que participa Martínez arrancó el mes pasado con una excavación arqueológica en el monasterio de San Pedro de Montes -en el municipio de Ponferrada- que, según la tradición histórica, fue creado por Fructuoso de Braga. En este lugar se ha puesto al descubierto un conjunto de sepulturas de monjes datadas provisionalmente entre los siglos XII y XIII. En junio empezará otra campaña de excavaciones el monasterio de Compludo, también en Ponferrada, que se considera como la primera fundación de este monje en el Bierzo.

Martínez confía en que estas intervenciones sean el punto de partida de una investigación mucho más amplia que debería extenderse al territorio gallego. «En la Ribeira Sacra y O Courel hay muchos lugares relacionados con antiguas fundaciones monásticas que pueden remontarse a los primeros siglos de la Edad Media y que presentan tanto interés como los del Bierzo», señala. «Estos sitios nunca fueron objeto de excavaciones arqueológicas y pueden ofrecer mucha información sobre una época de la que sabemos muy poco», agrega.

Fructuoso de Braga, un incansable fundador de conventos del siglo VII


Fructuoso de Braga, nacido entre finales del siglo VI y principios del VII, fallecido en el año 665, se distinguió por una intensa actividad de fundación de monasterios. Los testimonios históricos indican que esta labor comenzó en el Bierzo, pero se extendió después a diversas partes de Galicia, así como a los actuales territorios de Portugal y Andalucía. Se cree que fundó en total más de veinte monasterios. Escribió dos reglas de vida monástica que tuvieron una amplia difusión en la Península antes de que se propagasen otras normas monacales europeas, como la benedictina.

Visuña, A Ermida, O Cotillón y Temes, cuatro lugares de especial interés

La parroquia de Visuña do Courel, según indica Artemio Martínez, tiene probablemente un vínculo directo con las antiguas fundaciones monásticas bercianas. En diversos documentos históricos se menciona la existencia de un monasterio fundado al parecer por Fructuoso de Braga en un lugar antiguamente llamado Visonia, que según todos los indicios se corresponde con esta localidad. «No se conoce ningún resto arqueológico que pueda pertenecer a ese monasterio, pero sería muy interesante investigar si hay algún vestigio», apunta el historiador.

Artemio Martínez considera que también es necesario realizar investigaciones arqueológicas en la iglesia de la parroquia de A Ermida. «En ese lugar se encontró el célebre Crismón de Quiroga, pero la iglesia conserva además muchos restos constructivos muy antiguos y probablemente encierra otros vestigios de gran valor que todavía no se conocen», apunta.

Del siglo X hacia atrás

Otros lugares del sur lucense que merecen un estudio arqueológico exhaustivo, en opinión del historiador, son el eremitorio de O Cotillón, en el municipio de Pantón, y la iglesia de Temes, en Carballedo. «La documentación histórica que tenemos sobre las fundaciones monásticas de la Ribeira Sacra no va más atrás del siglo X -señala-, pero todo indica que sus orígenes pueden ser mucho más antiguos, y en estos y otros lugares de la Ribeira Sacra seguramente hay materiales arqueológicos que pueden enseñarnos muchas cosas que los documentos no nos permiten conocer», agrega.

«La historia de los monasterios ayuda a conocer la de la viticultura»

Artemio Martínez Tejera, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, fue comisario de la exposición histórica «In tempore Sueborum: O tempo dos suevos na Gallaecia», clausurada recientemente en Ourense.

-¿En qué medida es novedoso el proyecto de investigación iniciado en el Bierzo?

-Es algo que tiene pocos precedentes, porque la arqueología monástica se conoce muy poco no solo en el noroeste ibérico, sino también en el resto del territorio peninsular. Sin embargo, para conocer los orígenes del monacato en el Bierzo y en Galicia hay que recurrir a la arqueología, porque los textos históricos que tenemos de esa época son muy escasos y la información que nos pueden dar ya ha sido estudiada a fondo. Esas fuentes están casi agotadas. Pero quedan muchas cosas por saber y para conocerlas son imprescindibles las excavaciones arqueológicas. Todo lo que pasó entre los siglos V y X está muy poco estudiado en toda la Península, no solo lo referente a la historia del monacato. Sobre lo que pasó en la Ribeira Sacra en la época de Fructuoso de Braga no sabemos prácticamente nada.

-¿Cómo se financian las excavaciones de Ponferrada?

-Las financian la Junta de Castilla y León, el consejo comarcal del Bierzo, el obispado de Astorga y la Diputación leonesa. Para costear un proyecto como este hace falta el apoyo de varias instituciones. En Galicia habría que conseguir algo parecido.

-¿Aparte de los lugares donde se sabe que existieron monasterios o iglesias, hay otros espacios que sería necesario investigar?

-Para conocer los orígenes del monacato en estos territorios también habría que estudiar las cuevas y abrigos. Estos lugares tuvieron mucha importancia en esa época, no solo como lugares de oración, sino también de habitación y de almacenamiento. Un caso muy representativo es el del monasterio ourensano de San Pedro de Rocas, pero hay muchas cavidades que nunca fueron estudiadas y pueden contener rastros de los antiguos monjes y eremitas.

-¿En qué medida puede ayudar la investigación de las fundaciones monásticas a reconstruir la historia de los orígenes de viticultura en la Ribeira Sacra?

-Hay una relación muy clara entre los monasterios y el desarrollo de la viticultura. Sabemos, por ejemplo, que el monasterio berciano de San Pedro de Montes poseía terrenos en los que se plantaban viñas en el siglo X. Investigar en profundidad la historia de las comunidades monásticas, por lo tanto, nos puede ayudar mucho a conocer la historia del cultivo de la vid y la elaboración del vino. También hay un vínculo importante entre los monasterios y las explotaciones mineras. Y con las rutas comerciales por las que se transportaban minerales y otros productos