miércoles, 15 de marzo de 2017

Quiroga experimenta con turistas una futura ruta del parque geológico

En primavera y otoño está previsto organizar recorridos guiados por el itinerario del pliegue de Campodola

FRANCISCO ALBO 
QUIROGA / LA VOZ 15/03/2017 12:38

El parque geológico Montañas do Courel solo es por ahora un proyecto que impulsan conjuntamente los municipios de Quiroga, Folgoso do Courel y Ribas de Sil. Pero el museo de geología de Quiroga ya está experimentando con visitantes reales la que será una de las principales rutas del futuro geoparque. En una fecha que aún no está fijada -entre finales de mayo y primeros de junio- se organizará un recorrido guiado por un itinerario que discurre junto al plegamiento de Campodola. La iniciativa coincide con el quinto aniversario de la declaración de este paraje geológico como monumento natural, que fue aprobada por la Xunta en abril del 2012.

Según explican los responsables municipales, en la primavera del año pasado ya se realizó una primera experiencia de este tipo. Acudieron cerca de veinticinco personas, la mayoría de las cuales procedía de otras localidades. La respuesta se consideró satisfactoria, por lo que se decidió repetir la convocatoria este año. En función de cómo resulte esta nueva experiencia, se estudiará la posibilidad de preparar otra para el otoño, que podría incluir más actividades.

La intención del Ayuntamiento es consolidar estas iniciativas y seguir organizándolas todos los años, además de ampliarlas a otras zonas de interés geológico del municipio. De esta forma se pretende que Quiroga cuente con algunas rutas bien asentadas y conocidas cuando sea creado el geoparque, lo que puede llevar algún tiempo.

Actividades divulgativas

Cuando el geoparque sea una realidad, sus gestores tendrán necesariamente que organizar rutas de visita y diversas actividades divulgativas, ya que esta es una de las principales funciones de estos espacios. «Entonces habrá que plantear las cosas de otra manera -apuntan a este respecto desde el museo de Quiroga-, porque estas actividades las tendrán que promover conjuntamente los tres ayuntamientos que forman la asociación Montañas do Courel».

La ruta que será recorrida en primavera -indican por otro lado desde el museo geológico- presenta el inconveniente de que es lineal, es decir que no acaba y empieza en el mismo lugar. Tiene unos 8,5 kilómetros y discurre entre la aldea de Leixazós y Quiroga. El recorrido dura en torno a cuatro horas. Los organizadores se encargarán de transportar a los participantes en autobús hasta el punto de partida.

Otra ruta de senderismo que pasa también por el plegamiento de Campodola, por el contrario, es un recorrido circular que empieza y acaba en la capital de municipio. Pero al mismo tiempo es considerablemente más largo que el que parte de Leixazós, ya que supera los veinte kilómetros de longitud. Hace unos años el Ayuntamiento organizó un recorrido guiado por esta ruta. Dependiendo del interés que despierten de ahora en adelante las iniciativas turísticas relacionadas con el patrimonio geológico de la comarca, cabe la posibilidad de que se potencie igualmente este otro itinerario.

La iniciativa pretende ayudar a popularizar las visitas a estos parajes
Las excursiones educativas del Proxectoterra se incrementan de nuevo este año

En los cinco años transcurridos desde que adquirió el rango de monumento natural, el pliegue de Campodola ha atraído a un número cada vez mayor de visitantes. El Ayuntamiento no tiene forma de saber cuántas personas pasan por el mirador que permite observar esta formación, pero sí lleva la cuenta de los visitantes del museo geológico, que crece de año en año. Muchos de ellos, sobre todo cuando son visitas de grupos, van a ver el pliegue después de pasar por el museo. Durante el año pasado, por el centro pasaron más de 3.000 personas, al igual que por el museo etnográfico municipal.

Tanto los museos como el mirador geológico, por otro lado, forman parte de los recorridos para centros educativos que se organizan dentro del programa Proxectoterra, organizado por el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia y cofinanciado por la Consellería de Medio Ambienete. Durante el pasado curso, por estos lugares pasaros siete excursiones -de dos días de duración cada una- en las que participaron unos 350 alumnos de enseñanza primaria y secundaria. Para este curso fueron solicitados nueve recorridos. El primer año que la comarca fue incluida en estos itinerarios hubo cuatro excursiones.

Todas estas actividades, junto con los diferentes recorridos turísticos organizados por los lugares de interés geológico de la comarca, figurarán en la memoria que los tres ayuntamientos presentarán en su momento a la Unesco para pedir el ingreso en la red mundial de geoparques.



lunes, 13 de marzo de 2017

«El abandono del rural perjudica a las plantas medicinales»


La USC editará un extenso estudio realizado por Moure sobre los usos curativos de la flora en la sierra de O Courel

FRANCISCO ALBO
QUIROGA / LA VOZ 12/03/2017 05:00

Licenciada en farmacia e investigadora de las plantas medicinales, María Moure Oteyza prepara desde hace años un extenso estudio sobre los usos curativos tradicionales de la flora de la sierra de O Courel. Hace poco tiempo llegó a un acuerdo con la Universidade de Santiago para la edición de esta obra, pero para que el proyecto se lleve a cabo hacen falta más apoyos. En la iniciativa colabora Antonio Rigueiro, director de la Estación Científica do Courel

-¿Qué se necesita para que pueda publicarse este libro?

-El problema es que la USC cuenta hoy con unos presupuestos muy limitados y la edición de esta obra tendrá un coste importante, así que se necesitará un apoyo económico externo para poder realizarla. Estamos contactando con diversas instituciones y fundaciones para intentar conseguir esta ayuda. La obra se publicaría en tres tomos y lleva muchas fotografías e ilustraciones, por lo que editarla resulta algo complicado.

-¿Es una obra para especialistas o para un público más amplio?

-En principio la planteé como una tesis doctoral, pero en los años que llevo trabajando con ella cambié de parecer y decidí convertirla en una obra de divulgación accesible a cualquier persona interesada. Eso supone un cambio de enfoque muy grande y es una de las razones por las que este trabajo se ha prolongado durante mucho tiempo

-¿Cuántos remedios tradicionales ha recogido?

-Más de doscientos que son aplicables para las personas y otros tantos para los animales. Pero la obra no consiste simplemente en un catálogo de plantas y de preparados medicinales. El foco no lo pongo en las plantas, sino ante todo en los habitantes de la sierra de O Courel. Mi papel es el de mera espectadora y transcribo literalmente todo lo que ellos me contaron acerca de las plantas, no solo sobre la preparación de remedios sino también rituales tradicionales, refranes, canciones, adivinanzas... El trabajo de campo, conviviendo con los vecinos de la sierra, duró dos años.

-¿Sus informantes fueron solo personas de edad avanzada o también los hay más jóvenes?

-Muchos de ellos fueron personas bastante mayores y algunas de ellas desgraciadamente ya han fallecido, porque empecé a recoger estas informaciones hace ya mucho tiempo. Pero también hubo muchas personas de mediana edad. No solo mujeres, que son normalmente las que mejor conservan estos saberes, sino también hombres.

-Muchas de las plantas usadas en estos remedios serán ahora especies protegidas.

-Algunas están casi al borde de la extinción. Es lo que sucede con la planta que en la sierra se llama xanzá, un tipo de genciana muy utilizada en la medicina popular de la sierra que solo se conserva en unos pocos lugares. Pero hay otras especies que antes eran mucho más comunes y que ahora es muy difícil encontrar en este territorio, como pasa con el árnica. El abandono del medio rural perjudica a estas plantas, porque ahora el monte no se desbroza como antes y casi no hay ganadería que ayude a limpiar el terreno. La maleza y las zarzas avanzan cada vez más y le quitan espacio a muchas especies, entre ellas las medicinales.

Un trabajo con pocos precedentes en Galicia

María Moure señala que su trabajo continúa y amplía el del libro El Caurel, sus plantas y sus habitantes, publicado por el biólogo Emilio Blanco en 1995.

-¿Qué diferencias hay entre la obra de Blanco y la suya?

-La de Blanco se encuadra en lo que se llama etnobotánica, que es el estudio de todo tipo de usos tradicionales de las plantas. El mío es de etnomedicina, es decir, que se especializa en los usos medicinales de la flora. Blanco dice en su libro que las plantas medicinales de O Courel están muy poco estudiadas y que habría que investigarlas mucho más. Eso es lo que yo he tratado de hacer.

-¿En Galicia se ha realizado otros estudios como el suyo?

-Hay algunos trabajos de etnomedicina, sobre todo de la Terra Chá, pero se centran en la descripción científica de las plantas y no en la cultura popular relacionada con ellas.

Talleres divulgativos

Durante los últimos años, María Moure ha divulgado sus estudios sobre la flora medicinal de O Courel mediante diversos cursillos, talleres y conferencias. Uno de ellos se enmarcó en una jornada sobre literatura gallega de tradición oral que organizó el pasado noviembre en Lugo la Asociación de Escritores en Lingua Galega. A la derecha, una colonia de xanzá (Gentiana lutea aurantiaca) en la sierra de Courel, donde su uso medicinal tiene gran tradición.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Cumbres nevadas en el último tramo de un invierno seco

Las zonas altas de O Courel y A Pobra do Brollón adquirieron un aspecto poco visto en los últimos mes
MONFORTE / LA VOZ 07/03/2017 05:00

Las nevadas caídas en las madrugadas del viernes y el sábado confirieron a las zonas más altas del sur lucense un aspecto que apenas se pudo ver este invierno. Quienes visitaron O Courel durante el fin de semana pudieron disfrutar de la espectacularidad que añadió la nieve a los paisajes de la sierra. Fue el caso de un grupo de excursionistas de la asociación Senderismo Galego -integrado por unas quince personas- que recorrieron el célebre bosque de la Devesa da Rogueira y subieron a la cima del monte Formigueiros, el más alto de la zona. En el primero de estos lugares coincidieron con otra excursión más numerosa -formada por cerca de noventa personas y siete guías-, organizada dentro de los itinerarios culturales de la Universidade de Vigo.

El biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira, que participó en la primera de estas excursiones, señala que la Devesa da Rogueira mostró un aspecto que no es habitual ni siquiera cuando se registran nevadas en la zona. «Como non soprou moito vento, as pólas das árbores mantivéronse totalmente cubertas de neve e bosque víase moito máis atractivo», explica. El suelo quedó cubierto en toda esa zona de una capa de nieve de unos diez centímetros de grosor que resistió mucho tiempo sin derretirse, de forma que el terreno no estaba encharcado y enfangado como en otras ocasiones.

Otros lugares

La nieve también cubrió los parajes más elevados del vecino municipio de A Pobra do Brollón. Lugares como el Alto da Pedra, Catro Cabaleiros y la aldea de O Busto -todos ellos situados por encima de los mil metros de altura- presentaron una estampa que contrastaba fuertemente con la situación anticiclónica y la ausencia de precipitaciones de las semanas anteriores.

No obstante, para compensar de una forma significativa la escasez de agua del invierno y el otoño aún tendría que nevar y llover mucho más. Pese a las precipitaciones de los últimos días, según indica Guillermo Díaz, en la sierra de O Courel continúan secos muchos manantiales y hay arroyos que apenas llevan agua, algo muy poco común a estas alturas del año. «As fontes da Devesa da Rogueira manan dunha maneira máis ou menos normal, porque están nun lugar alto e nesa zona choveu e nevou bastante -señala-, pero hai moitas outras que non botan nada de auga ou moi pouca».

Pero para que vuelvan las precipitaciones a estos territorios habrá que esperar un tiempo. Según los pronósticos de Meteogalicia, el anticiclón y el tiempo seco seguirán predominando en el sur de la provincia al menos hasta el próximo martes.


viernes, 3 de marzo de 2017

Una mina romana hallada en un Courel todavía muy aislado

El yacimiento de A Toca fue descubierto hace cuarenta años entre importantes dificultades

FRANCISCO ALBO 
QUIROGA / LA VOZ 03/03/2017 05:00

El patrimonio arqueológico de la sierra de O Courel, aunque todavía está muy poco investigado, es hoy ampliamente conocido y forma parte de los atractivos turísticos del territorio. Eso era algo que estaba aún muy lejos de suceder hace cuarenta años. Fue en 1977 cuando se anunció el hallazgo de la mina aurífera de A Toca, actualmente considerada como uno de los grandes monumentos de la minería romana del sur lucense.

La primera noticia del hallazgo publicada en La Voz apareció a finales de julio de ese año.

La mina no era mencionada aún por su nombre. El hallazgo fue realizado por un equipo dirigido por el prestigioso arqueólogo jiennense José María Luzón Nogué, que durante unos años -entre 1975 y 1979- fue profesor agregado de la Universidade de Santiago. La información explicaba que los resultados científicos del descubrimiento se darían a conocer en un congreso arqueológico de ámbito nacional que debía celebrarse en Lugo a finales de septiembre de ese año.

Dos campañas

El hallazgo fue realizado en la primera de las dos campañas arqueológicas -la segunda fue en 1979- que fueron coordinadas en esa época en la sierra por Luzón Nogué y por Francisco Javier Sánchez-Palencia. Los resultados de las dos campañas se expusieron en un libro publicado en 1980 por el Ministerio de Cultura. Apareció en una colección sobre investigaciones arqueológicas bajo el título de El Caurel. Los autores del estudio señalaron que los trabajos de campo se habían realizado en medio de importantes dificultades debido al fuerte aislamiento que aún padecía por entonces la sierra. La única carretera asfaltada era la que enlaza Seoane y Folgoso con Quiroga, y la maleza hacía que muchas áreas de interés arqueológico fuesen casi o totalmente inaccesibles. Un incendio forestal que se produjo por entonces en la zona facilitó la labor de los arqueólogos, ya que puso al descubierto las construcciones de varios castros que de otra forma no habrían podido examinar de cerca. En otros casos hubo que utilizar fotografías aéreas para identificar estas estructuras.

Teléfono a 20 kilómetros

La información publicada en 1977 en este diario indicó que la primera campaña arqueológica tuvo cerca de un mes de duración y que los que tomaron parte en ella habían estado «prácticamente aislados» durante ese tiempo. Añadía que el pueblo más próximo con teléfono del que disponían los investigadores -sin precisar de cuál se trataba- estaba a unos veinte kilómetros del yacimiento.

Pese a estos problemas, las dos campañas sirvieron para poner al descubierto un patrimonio arqueológico de gran valor que hasta entonces era desconocido. Los investigadores apuntaron en el mencionado libro que estos trabajos había conseguido «incorporar a la arqueología de Galicia una zona de la que hasta la fecha no sabíamos prácticamente nada». Junto con la mina de A Toca se identificaron otras seis explotaciones mineras romanas, entre las que destacan las de Torubio y Millares. Fueron también catalogados veinticuatro castros y se puso de relieve la estrecha relación entre estas poblaciones y la antigua actividad minera. Los arqueólogos sugirieron que estos castros fueron habitados por trabajadores indígenas de las minas y legionarios que vigilaban el territorio.

Sin embargo, aunque este conjunto de yacimientos es hoy mucho mejor conocido que hace cuarenta años, desde entonces no avanzaron mucho las investigaciones arqueológicas sobre el terreno. La iniciativa más destacada fue la excavación parcial del castro de A Torre o de Sobredo, a mediados de los años 90. En otros yacimientos solo se han realizado de forma ocasional tareas de desbroce de la maleza.

Un patrimonio de gran valor para el futuro geoparque

La mina de A Toca y otros yacimientos arqueológicos de la sierra de O Courel que fueron estudiados por primera vez en las campañas de 1977 y 1979 están hoy señalizados e integrados en las rutas turísticas. Estos parajes forman actualmente parte de los recursos potenciales del parque geológico que pretenden crear los municipios de Folgoso do Courel, Quiroga y Ribas de Sil. Los rastros de la minería antigua son elementos de especial interés al diseñar los geoparques integrados en la red internacional que respalda la Unesco.

Los yacimientos arqueológicos no son el único aspecto del patrimonio de O Courel que comenzó a ser estudiado en profundidad en la década de los 70. En esa época, biólogos vinculados a la Universidade de Santiago empezaron a desarrollar también los modernos estudios científicos sobre la vegetación de la sierra, que tuvieron como único precedente los trabajos del sacerdote y botánico Baltasar Merino a principios del siglo XX.

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/lemos/2017/03/03/mina-romana-hallada-courel-aislado/0003_201703M3C5991.htm