viernes, 20 de julio de 2018

La velutina supera la barrera de la altitud y se instala en O Courel

Empiezan los avistamientos de nidos en diferentes puntos de estas montañas

20/07/2018 05:00 H

La Serra do Courel es rica en colmenares y los apicultores que los explotan confiaban en que la altitud los protegiese de la avispa velutina, un invasor más habituado a las temperaturas suaves. Pero ya no lo tienen tan claro. Los primeros ejemplares se vieron ya el año pasado, así que los que están apareciendo ahora ya no los cogen de sorpresa. En todo caso, los avisos por avistamientos de nidos van a más.

El último de ellos se produjo esta misma semana en la aldea de Froxán, en el término municipal de Folgoso do Courel. Se trata de un nido en desarrollo, en una fase tardía para esta época del año, pero es que las bajas temperaturas de la primavera y el principio del verano habían frenado hasta ahora el ciclo biológico de esta avispa. La proliferación de nidos por la expansión de las reinas suele producirse en junio, pero en este meteorológicamente atípico 2018 se está produciendo ahora.

Cuestión de altura

Froxán está a 450 metros, una altitud todavía aceptable para este avispón originario de China, una especie que tolera mal la altura y que está mucho más cómoda en condiciones climáticas más suaves. Pero es que en estas montañas ya la han visto más arriba. «As primeiras velutinas que eu vin o ano pasado estaban en Pacios da Serra e cerca da Cruz de Outeiro», explica Manuel Macía, un apicultor que tiene más de cuarenta colmenares en toda la comarca de Quiroga, incluido el municipio de Folgoso do Courel y buena parte de ellos en zonas de montaña. Pacios y A Cruz de Outeiro están en el extremo sur de la Serra do Courel, los dos a alturas por encima de los seiscientos metros.

En cualquier caso, la avispa asiática todavía no es percibida como un problema serio por los propietarios de colmenas de esta zona, una área con condiciones especialmente buenas para la apicultura, por la existencia de una rica vegetación melífera y también por la abundancia de monte sin trabajar, y por tanto libre de herbicidas. Los productores están a la expectativa y la mayoría han colocado las trampas que reparte a principios de año la Consellería de Medio Rural, pero es pronto para que la presencia de esta avispa sea una molestia de verdad para sus abejas.

«Este ano nas colmeas o que se está vendo por agora é o abábaro normal, o de aquí, non o asiático», explica José Ángel Rodríguez, apicultor integrado en la cooperativa quiroguesa Cauru. «Eso si ?advierte? este ano a campaña vai cun mes de retraso, así que igual aínda aparecen». Manual Macía coincide en que la velutina no está tan exinguida en esta zona como para que se note ya en la producción, pero otra cosa es lo que vaya a pasar el año que viene. «A ver o que tardan en ser un problema de verdade», se pregunta. También su colega José Ángel Rodríguez es pesimista. «O que nos contan os compañeiros que traballan noutras zonas ?explica? é que cando se empezan a ver en cantidade un ano, para o ano seguinte está xa invadido delas».

El mapa de la extensión de la avispa velutina en Galicia todavía deja prácticamente en blanco los municipios de las sierras orientales de las provincias de Lugo y de Ourense. Cabría esperar, por lo tanto, que los servicios de emergencias fuesen capaces de reaccionar con más rapidez cuando se trata de avisos de nuevos nidos en estas zonas que en aquellas comarcas en las que se producen cientos de avistamientos cada semana. Pero no siempre es así, y los apicultores que trabajan en O Courel reclaman a las administraciones públicas una respuesta más rápida.

A este respecto, Manuel Macía cuenta que el pasado mes de diciembre llamó al teléfono 012 para avisar del hallazgo de un nido de avispón asiático en las cercanías de Quiroga y nadie fue a por él ni le dieron ningún tipo de explicación. El 012 es, con el 112, uno de los dos teléfonos en los que la Xunta recomienda dejar los avisos de nuevos nidos. El tipo de respuesta que recibe cada llamada depende del municipio del que procedan. En unos casos, los encargados de actuar son los bomberos, en otros las agrupaciones locales de Protección Civil y en otros el personal especializado de la Xunta.

En la Ribeira Sacra

Los expertos apuntan que es pronto para saber qué impacto real tendrá esta avispa foránea en las explotaciones apícolas del sur de Lugo. En el caso de la Ribeira Sacra, donde ya el año pasado fueron detectados numerosos nidos, habrá que esperar al año que viene o al 2020 para ver si este insecto consigue aclimatarse bien.